El basalto es una roca ígnea volcánica de grano fino compuesta principalmente por minerales como el feldespato y el piroxeno. Su color varía desde el gris oscuro al negro y su textura puede ser porfídica, con grandes cristales de feldespato incrustados en una matriz fina, o afanítica, con una textura uniforme de grano fino.
En los últimos años obtuvo una gran demanda debido a sus propiedades curativas por lo cual es la mas elegida por masajistas en todo el mundo.
El basalto se forma a partir del enfriamiento rápido de la lava volcánica en la superficie de la Tierra o en la parte superior de una cámara magmática. Debido a su origen volcánico, es común encontrar basalto en áreas con actividad volcánica, como las islas volcánicas o las zonas de rift.
Esta roca es conocida por su alta resistencia y durabilidad, lo que la convierte en un material popular para la construcción y la pavimentación. Además, el basalto se utiliza en la fabricación de estatuas, monumentos y esculturas debido a su aspecto oscuro y su textura uniforme.
En cuanto a sus propiedades físicas, el basalto es de densidad media, con una densidad aproximada de 2,8-3 g/cm³. También es una roca dura y resistente, con una resistencia a la compresión que puede variar desde 100 MPa hasta más de 300 MPa. Su resistencia al desgaste y la erosión lo convierten en un material adecuado para ser utilizado como agregado en concretos y asfaltos.
En resumen, el basalto es una roca ígnea volcánica que se forma por el enfriamiento rápido de la lava. Es conocido por su resistencia y durabilidad, y se utiliza en la construcción, pavimentación y esculturas debido a su apariencia y textura uniforme.
